Porque "nunca", "siempre" y "jamás" cobraron sentido al conocerte, al fascinarme.
Me permití levantar la cabeza de tu hombro y sumergirme en el hondo océano de tu mirada. El único océano que al inundarme en sus aguas, no me mataba. Encontré lo que buscaba, el elixir de la eterna dicha, de la plena felicidad. Faros capaces de iluminar una vida tan fundida como la mía.
No nos hacía falta hablar, no nos hacía falta verbalizar los pensamientos; nuestras manos manejaban el idioma. Pero el reloj, celoso siempre de los enamorados, tocaba a la media noche. Como la Cenicienta de aquel encuentro, con la parte más intima de aquel coche como nuestro palacio, salí de ese hechizo.
Me dio la leve brisa en la cara, y noté la soledad de aquella larga calle. Era hora de decir adiós, de dejarnos perder. Lo notaba en la presión del aire, en el resuello de la luna; era nuestro final.
De alguna forma las estrellas en aquella velada, auguraron un adiós omitido. Ahora, con cierto retraso y lejanía supe traducirlas..
Lo que no saben y ni siquiera se imaginan, es que mi amor no se evapora con una separación.Ni con cuatrocientas noches de tristeza errante, ni peleas sin victorias. Mi amor.. mi amor es aire, es liquido traicionero, fuego abrasador. Mi amor no es retado por barreras ni distancia, ni con lejanos encuentros en otras pieles. Mi amor es leal a su dueño, fiel a su mitad. Mi amor convierte la sal en miel y el Orgullo en Perdón.
Mi amor, mi eterno amor.. eres, serás, siempre tú.
Me encanta como escribes ^^
ResponderEliminarenserio, es cómo si supiera sentir todo lo que describes y es lo mejor porque me identifico con las emociones que intentas transmitir con simples palabras
te sigo desde ya!
dejo mi blog por si quieres pasarte:
http://lovexpentancy.blogspot.com.es/
un besito :)